Choquemos esos penes en un gesto celebratorio, queridos camaradas testiculares, en una eyaculatoria fanfarrea para hacer honores al género masculino, o más bien conocido como el sexo fuerte, el más hediondo, el más odiado pero al mismo tiempo el más épico.
No se sientan cohibidos de celebrar la bendición que los cocos de sus padres le han dado al darles cromosomas XY, busca una buena cerveza, cocina tu mejor pedazo de carne y considérate en este dia el rey de tu castillo.
Luego ahorca tu ganso o qué se yo, nadie te manda macho.